sábado, 21 de noviembre de 2020

Capítulo 22

 



Justo en el momento en el que Valerio va a llamar a Axel tocan a la puerta.

--¿¿quien es?? --pregunta molesto.

--servicio de habitaciones...

Con el teléfono en la mano dice:

--¡¡yo no pedí nada¡¡

--lo sabemos pero es una gentileza del hotel, para celebrar su boda...

Aunque Valerio no tiene ganas de ver a nadie tampoco quiere despreciar ese regalo así que aunque con desgana abre la puerta y recibe una botella de champán.

--¿y esto?

--felicitaciones... es sólo un detalle de la casa...

--esta bien... gracias...

--para que se la beba a nuestra salud...

--si gracias...

Valerio le da su propio pero el camarero se lo queda mirando. Valerio quiere estar solo y es un poco brusco:

--¿¿le pasa algo?¿necesita algo más?

--¿no va a abrir la botella?¿nos hará ese desplante?

--¡¡luego me la bebo entera a su salud... gracias¡¡

Valerio cierra la puerta al camarero casi a empujones. Cuando se queda solo deja la botella sobre la mesa y se dispone a llamar. Por su lado, nada más salir el camarero, Priscila lo aborda:

--¿¿y bien? ...¿le dio la botella?

--sí...

Priscila sonríe y le da un buen dinero:

--esto es lo que acordamos, pero no se vaya muy lejos por si necesito otro favor y le daré el resto del dinero...

Valerio está marcando de nuevo el teléfono de su casa y de nuevo tocan. Valerio, ya furioso, abre la puerta mientras pregunta:

--¿¿¡y ahora qué quiere??¡¡

Es Priscila muy provocativa y con su sonrisa muy seductora:

--¿listo para tu despedida de soltero?

Valerio se queda congelado al ver a esa mujer:

--¡¡tu cinismo no tiene límites, ¿¿qué haces aquí?¡

Valerio no quiere que pase, pero Priscila le da un pequeño empujón y le dice:

--no seas tonto... hemos hecho el amor miles de veces... una vez no pasa nada. Todos los hombres hacen sus travesuras la noche antes de su boda y aunque tú ahora seas un gay yo sé que vas a preferir divertirte con una buena hembra y aquí estoy yo...

Priscila cierra la puerta pero Valerio la abre:

--¡¡Fuera, a mi no me interesa nada contigo¡¡

--No seas mentiroso... yo sé que te gustan las mujeres tanto como antes... y lo voy a demostrar...

Con mirada y pose muy seductora, Priscila se empieza a desabrochar los botones de la brusa pero Valerio le pone la mano encima y la para:

--¡¡aunque te desnudes no vas a lograr nada... sólo que sienta asco¡¡

Priscila se pega a él, casi lo besa:

--¡¡me niego a creer que ya no sientes nada por las mujeres¡¡¿¿que te ha hecho ese degenerado qué?¡¡

Priscila no alcanza los labios de Valerio porque él no se lo permite. La aparta de él bruscamente y la arrastra hasta la puerta:

--¡¡vete o no respondo¡¡

Priscila lo acaricia descaradamente:

--¿¿me vas a violar??

Valerio se aparta de ella, la mira con desprecio:

--¿cómo una vez pude creer que te amaba?

Ella lo abraza y él se la saca de encima:

--me amaste tanto que pudimos tener un hijo.

Valerio se pone como loco, levanta el dedo amenazante:

--¡no nombres a mi hijo¡¡

Valerio tiene deseos de llorar. Ella trata de acariciar su rostro pero él se aparta de ella:

--ahora sí estoy dispuesta a tener ese hijo tuyo...

Valerio la agarra de los brazos y llevándola de nuevo a la puerta dice:

--¡¡yo ni loco tengo un hijo tuyo... aunque me duela tengo que reconocer que lo mejor para mi hijo fue no nacer porque tenerte a ti como madre hubiera sido una condena¡¡

--Yo sé que me amas a mi, que estás con ese chico para castigarme... pero ya estuvo bueno... ya me castigaste... ahora amame...

De nuevo Priscila lo quiere besar y él de nuevo la rechaza:

--no pierdas tu dignidad... vete...

--Mi dignidad no la quiero sino te tengo a ti...

Priscila corre como si nada hacia el champán:

--¡¡que bueno... vamos a brindar¡¡

Valerio se lleva las manos a la cabeza. Está desesperado.

--¿que es lo que tengo que hacer para librarme de ti?

--brindar conmigo...

--¡¡ni loco, vete¡¡

Priscila se apresura a abrir la botella a pesar que él no deja de decirle:

--¡¡no lo hagas, vete¡¡

Al ver que Priscila llena una copa, Valerio se acerca a la puerta y dice:

--¡¡pues si no te vas por las buenas les diré a seguridad que te saquen¡¡

Priscila actua rápido, mete una droga en polvo en la botella y también en la copa y luego corre hacia Valerio.

--¡¡ya me voy... no te quería molestar¡¡

Valerio estaba ya apunto de meterse en el ascensor pero ella ocupa su lugar. Le da un beso en la mejilla y dice:

--espero que seas feliz... el champán está delicioso, no lo desaproveches...

Cuando se cierra la puerta la mujer sonríe perversamente. Valerio entra en la habitación desesperado. Toma la cama llena y la lanza contra el piso. Más tranquilo llama a Axel.

--¿diga?

Valerio no puede contestar. Le duele oir la voz de su amado. Solloza.

--¡¡no va a venir, me va a dejar plantado¡¡ --piensa.

Axel presiente que él su pareja:

--¿Valerio eres tú?

Valerio cuelga. Axel se ha quedado muy impactado:

--era él... era él... lloraba por mi...

Axel mira el traje que debería lucir en su boda lleno de dudas. Destrozado, Valerio bebe directamente de la botella de champán, no bebe mucho ya que acaba sin conocimiento tirado en el piso. Así lo encuentra el camarero que entra junto a Priscila. Ella le pide que lo coloque en la cama y que se vaya. Con mucho deseo, Priscila desnudo al guapo hombre, se desnuda ella y se mete en la cama...


El día amanece con campanadas de boda, desde muy temprano el pueblo se viste de gala para lo que es todo es espectáculo. Axel, vestido de smoking, ha conducido toda la noche a gran velocidad. Llega al hotel ansioso:

--¿Valerio está?

--sí, está en su cuarto... --recepcionista.

--¿tiene otra llave?

--si claro, tenga...

Axel sube ansioso pero toda la ilusión que tiene en su rostro se le borra cuando ve a su amado desnudo en la cama y abrazado a Priscila. LLora sangre.



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