sábado, 21 de noviembre de 2020

Capítulo 9






 Mientras, la madre de Valerio, doña Rufina llora, el padre, don Justo se dispone a lanzarse sobre Axel para agredirlo. Axel está muy  asustado, no sabe cómo debe reaccionar. Valerio se pone en medio:

--¡¡ni te atreves a tocar al hombre que amo, al que va a ser mi marido¡¡

El padre furioso, madre llora.

--¡¡estas muerto para mi vete...¡¡¡ Un degenerado nunca será un hijo mío¡¡

Axel toma de los hombros a Valerio para darle fuerza, no soporta verle sufrir. Valerio mira a su padre herido:

--me da pena que no me comprendas, papá...

Don justo le golpea la cara:

--¡¡no me vuelvas a llamar así¡¡yo ya no tengo hijos¡¡

--¡¡pues aunque usted no me quiera como hijo para mi siempre va a ser mi padre¡¡

Don justo está furioso:

--¡vete¡¡

Axel detrás de Valerio le susurra:

--¿qué hacemos?

Valerio no dice nada, sólo mira a su madre que en la mecedora llora. Se quiere acercar a ella pero don Justo se pone en medio:

--¡¡no vayas a tocar a tu madre con las cochinas manos que tocas a ese guarro¡¡

Axel sufre por el desprecio de su suegro. Le duele porque sabe lo mal que lo está pasando su amado. Destrozado y muerto por dentro Valerio dice:

--mi mamá no ha dicho nada y yo quiero saber si ella opina como tú...

--¡¡claro que sí¡¡dile Rufina, dile que para ti tu hijo ha muerto¡¡

Don Justo sabe que su esposa lo teme demasiado como para enfrentarlo. Rufina solo llora. A pesar que su padre trata de impedirlo, Valerio da un pequeño empujón y se arrodilla ante su madre. Pone su cabeza en la falda:

--dime que tú si me comprendes... Yo sé que esto no es lo que tú soñaste para mi pero el amor es así, no entiende de sexo, ni de nada...

Valerio habla con el corazón y con el rostro lleno de lágrimas. Su madre lo escucha emocionada y acariciándole la cabeza. Don Justo siente asco de oír hablar a su hijo pero no dice nada. Axel escucha emocionado a su amado. Valerio besa las manos de su madre:

--perdóname por darte este disgusto pero te juro que nunca fui tan feliz como ahora... me enamoré... yo te juro que nunca imaginé  amando a un hombre pero llegó Axel y me hizo ver las cosas de otro modo... te juro, mamá, que a Axel le debo la vida. Envejecer a su lado es lo que más quiero.

Axel y Valerio se miran emocionados y muy enamorados. Axel le medio sonríe. Muy molesto y aunque jamás lo reconociera siente cierta envida del amor que ve entre los dos jóvenes, la fuerza con la que se defiende, don Justo da un empujón a su hijo:

--¡¡ya vete ya... no quiero escuchar por tus porquerías¡¡

Valerio se ha caido al piso, Axel lo ayuda a levantarse.

--¿estás bien? --le pregunta preocupado.

Valerio le toma la mano para demostrarle que sí.

--¡¡ya fuera¡¡ --grita don Justo.

Al ver que no puede razonar con su padre y su madre solo llora, Valerio decide irse:

--siento haberlos molestado. Mi boda será muy pronto y me gustaria que ustedes me acompañaran...

Don Justo le señala la puerta con violencia.

--¡¡largo¡¡

Valerio mira a su madre con pena y se gira para irse. Axel le pone la mano en los hombros. Doña Rufina se levanta y con un hilo de voz dice:

--hijo, no te vayas... 

Valerio se emociona por el cariño que le demuestra su madre. Madre e hijo se abrazan.

--te quiero mucho, mamá.

--tú siempre serás mi hijo, mi niño --dice la mujer acariciándolo.

Valerio está feliz por tener la aceptación de su mamá. Axel lo mira emocionado. Furioso, don Justa grita a su esposa:

--¿¿¿¡como te atreves a desobedecerme??¡¡¡

Valerio con su madre en los brazos dice:

--¡¡tú a mi mamá no le gritas¡¡

Madre e hijo ignoran los gritos de don Justo.

--me quedaré a pasar la noche en el pueblo... nos iremos el domingo...

Don Justo interrumpe a Valerio:

--¡¡no hagas esto¡¡te lo prohibo¡¡

Muy molesto y aún abrazando a su mamá, Valerio dice:

--¡¡tú a mi no me puedes prohibir quedarme en el pueblo¡¡

--¡¡todo el mundo te va a hacer la vida imposible... nadie va a aceptar a un par de maricones¡¡¡lo mejor que podeis hacer es largaos a esa ciudad de perdición de la que venís...¡¡

A pesar de la prohibición de su esposo, Rufina acompaña a su hijo hasta la puerta. Axel está al lado de su amado. Todo el pueblo está frente a la puerta. Miran sorprendidos como Rufina besa a su hijo, luego le da un cariñoso beso a Axel que éste agradece y a Valerio mociona. Rufina entra en la casa. Vuelve a su mecedora como ausente. Don Justo está furioso:

--¡¡esto es tu culpa mira la educación que le diste a tu hijo pero yo lo voy a salvar del mal camino¡¡

Don Justo da un golpe a la pared lleno de rabia. Tomados de la mano, Valerio y Axel van hacia el coche con todo el pueblo detrás murmurando. Cuando ellos se giran todos se hacen los disimulados como si fuera la cosa más normal del mundo que están allá. Valerio está demasiado angustiado con lo que pasó con su padre como para que eso le preocupe pero a Axel le pone de los nervios. Frente al coche y para sorpresa de Axel y todo el pueblo Valerio besa apasionadamente a Axel. Todo el pueblo se ha quedado boquiabierto. Después del beso, Valerio se dirige a todo el pueblo:

--¿¿¿qué, les gustó??

Axel agacha la cabeza avergonzado, Valerio entra en el coche. Lo pone en marcha con rapidez. 

--no debiste hacer eso... es provocar a tus padres...

--¡¡esta gente me tiene harto, si querian espectaculo pues ya lo tuvieron...¡¡ --dice  Valerio furioso.

--si pero es que a mi no me gusta que me vean como mono de circo.

--¡¡pero no querías que todo el mundo lo supiera¡¡¡?

Axel nota a su amado enfadado y eso le duele. Se le escapan las lágrimas:

--perdóname... yo no te quería hacer daño... ¡¡nunca debí proponerte la locura de casarnos¡¡¡me siento un miserable¡¡¡ --dice Axel mientras da de golpes a la guantera del coche-- por mi culpa...

Valerio no lo deja acabar. Frena de golpe y acaricia a su amado:

--perdóname tú... tú no tienes la culpa de nada... no debí pagar contigo mi furia... Me dolió como nos trató mi papá pero más me duele que tú estes triste...

--no te preocupes por mi, yo estoy bien...

--y tranquilo, son muy chismosos los de este pueblo pero no son mala gente. Ya se acostumbraran... vamos a pasar unas horas muy lindas en mi pueblo... quiero que conozcas los lugares de cuando yo era pequeño...

--¿crees que es oportuno?

--tú y yo no le hemos hecho daño a nadie y quien no entienda nuestro amor pues que no salga de sus casas.

Los enamorados se vuelven a besar y Valerio vuelven a poner el coche en marcha.



En la noche, Julia se está mirando en el espejo. No se reconoce y no por el cambio físico que ha hecho sino porque nunca pensó que se prestaria para una farsa como la que está haciendo. Recuerda la ternura y el amor con la que la trata Marcos que está durmiendo del otro lado de la pared. Se acerca a la cama y pone su mano sobre la pared acariciándola de la manera en la que le gustaría que lo acaricia a él. 

--perdoname... tú amas a Marisa y yo te estoy haciendo daño y no lo mereces... No...

LLora. Se acaricia los labios. Esos labios que desean ser besado por él. Trata de dormir, da vueltas en la cama pero no puede dormir y es que no deja de pensar en el guapo hombre que se supone que es su marido. Siente un deseo muy fuerte por él y recordarle le impide dormir. Sin saber muy bien a qué, Julia se cubre con una bata. Se acerca al cuarto de Marcos. Toca a la puerta. Nadie contesta. Entra:

--Marcos... ¿duermes?

Seguro que el hombre duerme, Julia entra en la habitación. Ronny pasaba por el pasillo en calzoncillos y con un vaso de agua y sonríe:

--la muy cualquiera... todo eso de rechazarlo no era más que un truco. Claro quedaría feo que se regalara pero esta lo quiere comprometer...

Se queda frente a la puerta bebiendo el agua y sonriendo con cara de degenerado:

--muy bien, ya me conviene que se lleve bien con mi cuñadito... ¡¡así la tendré siempre en el puño¡¡

Julia se acerca a la cama, Marcos duerme plácidamente. Está descubierto. Se adivina un poco la desnudez de su cuerpo y Julia desea tanto amarlo. Se sienta a su lado con ganas de acariciar a ese hombre tan guapo pero sin atreverse. Mira esos labios que deseo:

--¡que guapo es¡¡no pareces de este mundo.... es que es increible que una persona sea tan bella y además está su extraordinaria bondad... Me siento tan feliz a tu lado, apenas nos conocimos de hace pocos días pero ya siente que deseo vivir toda la vida a tu lado pero eso no puede ser...¡¡¡te estoy engañando¡¡¡un hombre como tú, mi sueño y el de cualquier mujer se merece lo mejor y yo en cambio me estoy comportando como la peor de las mujeres... No puedo amarte, no puedo dejarme llevar aunque es lo que más quiero porque todo es mentira¡¡

Pero es débil y es deseo muy fuerte, acerca sus labios a los de él, desea besarlo.

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